Hola y bienvenidos a un nuevo vídeo. Hoy vamos a hablar del volcán de Acatenango. Si no me conocéis y sois nuevos en este canal, mi nombre es Alba y estoy viajando por Latinoamérica, y estuve un mes en Guatemala. Tan solo llegar hice un esguince que me dejó más de dos semanas sin poder caminar por mucho tiempo. Por eso tenía mucho miedo de no poder hacer esta ruta que era lo que más ganas tenía de hacer en Guatemala. Además, muchos guatemaltecos me recomendaron ir a principio de Junio ya que no llueve tanto, pues al final ya es más temporada de lluvias, llueve mucho y no puedes ver con claridad la erupción del volcán. Pero como tenía el esguince, no podía ir ni tampoco sabía a ciencia cierta si me recuperaría para poder hacer la ruta ya que son como 5 o 6 horas más o menos subiendo porque obviamente es muy empinado y es una ruta dura por la cantidad de horas, la altura y además la altitud que hace que no puedas respirar perfectamente. En primer lugar, hay muchas agencias para poder hacer esta actividad y nosotros la hemos hecho con el hostal Tropicana. ¿Por qué la hemos escogido? Bueno, era la más barata y además tenía opciones vegetarianas. Y la ruta te incluye pues el almuerzo que vamos ahora al hostal a desayunar, ropa de invierno porque hace muchísimo frío arriba del volcán, bueno, arriba de la montaña de al lado, no vamos a estar en el volcán propiamente, sería muy peligroso e imposible. Incluye esta ropa, también incluye el transporte hacia el volcán, después el guía para subir a la zona de acampada, incluye las comidas de hoy desayuno, almuerzo después, cena y el desayuno del día siguiente. O sea que dormiremos en lo alto de la montaña y podremos ver el amanecer desde lo alto y si Dios quiere, a lo mejor con una erupción del volcán, eso es un poco lotería. También están incluidas tres piezas de abrigo ya que en lo alto de la montaña pues hace mucho frío, entonces puedes escoger. Nosotros escogimos unos zapatos de trekking, unos guantes y unos pantalones un poco más calentitos para poder dormir bien. Sí que tienes que dejar una fianza que después cuando las devuelves, si están en buen estado, te devuelven la fianza. Ya después de desayunar te llevan en la furgoneta que está como a 50 minutos de Antigua y ya empieza la aventura. Nosotros alquilamos unos palos de senderismo, pero la verdad es que recomiendo alquilar los palos de senderismo porque son imprescindibles para mí ya que resbala mucho el suelo y te ayuda mucho pues a no cansarte tanto también. Y una anécdota ahí antes de empezar es que bajaba el grupo de la anterior noche y nos dijeron dos chicas de creo que de Sudáfrica, nos dijeron «buena suerte, es horrible, lo pasamos fatal, vais a flipar«. Y nosotros como «ah ok», pero después vino otro chico de Alemania y nos dijo «no os preocupéis, no es para tanto, están exagerando, no es tanto como pensáis». Y nosotros «gracias, gracias», pero no sabíamos realmente a quién creer de los dos. Y ya empieza la aventura. Hicimos como rutas de 40 minutos más o menos 40-50 y después una parada de 10 minutos, ya que pues costaba respirar después de estar 40 minutos subiendo. Sí que notas muchísimo que te falta la respiración, pero la verdad es que las pausas ayudan mucho. También cuando hicimos la pausa para comer, para almorzar, había muchísimos perros que viven ahí, que viven en la montaña y nos advirtieron que son un poco agresivos ya que pueden robarte la comida. Entonces tener un poco de cuidado de no darles comida porque si las das después pueden intentar como robártela… Pero sí que había perros que eran muy tranquilos, muy cariñosos y vinieron con nosotros hasta el campamento y nos acompañaron en toda la caminata. Bueno, primera etapa terminada. Más con las chicas de Sudáfrica que dijeron que era horrible que con el chico alemán que dijo que era fácil. Ahora mismo más con ellas. Quedan cuatro horas y media. La verdad es que la excursión es increíble. Vas conociendo a personas de diferentes países. Había muchísimos británicos, algunos australianos, gente de Argentina, de Brasil, de Colombia, de Puerto Rico, de Arabia Saudita, de diferentes países. ¿Ha sido duro, Andre? No. Ya cinco horas después llegamos al campamento. Nos dividieron en grupos de dos en las cabañas para dormir y éramos como ocho personas en cada una. Y fue muy gracioso porque los británicos y australianos se fueron a una cabaña y después todos los latinoamericanos y nosotros españoles, nos quedamos en… en la otra. Y bueno, ya nos acomodamos en la cabaña. Hicimos muchísimas fotos porque las nubes se iban yendo de vez en cuando. Si ves al volcán, en un minuto puede estar totalmente despejado y al minuto siguiente estar todo cubierto. Es que en la temporada de lluvias pues puedes tener la mala suerte de que subes y no ves nada, literalmente. Sí que el baño era portátil. No había para limpiarse las manos ni nada de eso. O sea que bueno, naturaleza pura y llevar algún tipo de toallitas húmedas para poder limpiarte las manos y demás.. Ya con el atardecer hicieron un fuego y también calentamos las nubes en el fuego. Para mí era la primera vez, nunca las había probado. Y la verdad es que están bien, sin más. Nada especial. Nos tomamos una copita de vino pequeña y ya nos fuimos a dormir porque a las 4 de la mañana teníamos que levantarnos para poder ver el amanecer desde el alto de la otra montaña. Y si teníamos suerte y estaba despejado, podríamos ver el volcán como erupciona, ya que cuando está oscuro se ve mucho mejor. Y llegó el momento de la mañana y de hacer la próxima ruta. Y la verdad es que fue un poco duro ya que estaba todo oscuro. Tenías pues una linterna, pero obviamente hay muchos desniveles, muchas rocas. Entonces no puedes ver perfectamente. Tienes que ir con un poco de cuidado. Pero la verdad es que no es imposible. Puedes hacerlo y se ve bien, relativamente bien. Fue como una hora más o menos de ruta hasta el alto de la montaña, desde el campamento. Y cuando llegamos la verdad es que fue un sentimiento indescriptible. Porque es duro realmente, ¿no? Tienes ya agujetas, estás cansado del día anterior. Te planteas muchas veces por qué estás haciendo esto y queriéndote rendir, dar media vuelta e irte. Entonces es como una lucha contigo mismo de, «venga, tú «venga, tú puedes, vamos, puedes hacerlo». Y cuando llegas allí y ves toda la vista desde el alto de la montaña y ves que lo has podido hacer. Es un sentimiento de verdad único y que recomiendo a todo el mundo porque te sientes muy, muy bien. Con muchísima adrenalina y muy orgulloso de ti mismo. ¡Lo logramos! Ha sido duro, ¡pero aquí estamos! A las cuatro y media de la mañana. Sin dormir por los ronquidos de la gente. Pero aquí estamos. Ha sido genial, ¿eh? Ha sido una aventura muy muy bonita Y yo lo he podido hacer con mi esguince. Bueno, curado… Bueno toca madera, ¿eh? Bueno, sí, tenemos que bajar aún. Toca madera, sí, sí… Toca madera. Pero bueno, que lo que es mentalmente más duro lo hemos hecho. Y nos volvimos ya que estaba nublado y no íbamos a poder ver nada. Tuvimos un poco de mala suerte en eso. Pero de todas formas es precioso y es una experiencia única. Y aunque esté nublado es algo que recomiendo mucho hacer. Ya después bajamos al campamento y nos encontramos con las personas que decidieron no hacer esta parte para ver el amanecer. Y desayunamos y preparamos la mochila para volver a la zona inicial. Bajando sí que tuvimos muchísima suerte porque estaba todo despejado. Podías ver todas las ciudades, las montañas, la lava. Era realmente precioso. Pero muy difícil bajar porque es muy resbaladizo y te caes todo el tiempo. Lo mejor cuando bajas es correr. Pero yo no podía correr porque mi pie no soporta correr después del esguince. Tenía que clavar los palos muy fuerte y apoyarme en ellos. Y lo conseguí. No me caí en toda la bajada. Llegué bien. No pasó nada. Y realmente fue increíble. Ya abajo devolvimos los palos que habíamos alquilado. Ya nos dieron también la fianza. Y nos preparamos para ir en la furgoneta al hostal. Ya allí devolvimos las zapatillas, los pantalones, los guantes y demás. Nos devolvieron la fianza y ya estaba. Se había acabado ya la experiencia. Y la verdad es que estábamos muy felices porque no habíamos dormido nada. Ya que básicamente en la cabaña las camas son son básicamente una tabla que han puesto como un saco de dormir. Y duermes ahí, pero obviamente está muy duro. Hace muchísimo frío y no logras dormir bien. Entonces estábamos como muy felices de terminar, pero a la vez triste. Ya que habíamos conectado muchísimo con la gente y pues no nos íbamos a volver a ver. Y nos daba mucha pena. Entonces estábamos felices de acabar, pero al mismo tiempo tristes. Y la verdad es que la experiencia, como he dicho durante todo el vídeo, es increíble. Es totalmente recomendable. Es dura. Es cierto que la ruta es dura, especialmente por la altitud. Pero no es imposible hacerla. Si haces ejercicio de vez en cuando, es posible hacerla. Y si no es posible, pues tiene la opción de subir a caballo hasta el campamento. Siempre puedes intentar hacer un poco y después subir a caballo o intentar de otra forma. Solo queda  del camino, dos horas.